La batalla LED

    10 dic 2024 / 09:44 H.
    Ver comentarios

    Es el alcalde”, que decía el añorado Rajoy. Y, el de Vigo, ha echado un órdago debajo del muérdago. Pa luces las de mi...y oye que aquí no emulsiona la agenda 2030 ni la eficiencia energética ni la contaminación lumínica. Porque somos vivos seres y homínidos de bien. Y el taco es el taco. Y el pulso de las bombillicas ya llegó. Como mucho vamos a encender una o dos guirnaldas. Sin comités de expertos ni ministerios de la luz. Que luego se paga la factura y que vengan a ver las luces; que por cada uno que acuda a la llamada del insecticida ese bajo techo que atrae hasta que cruje el bicho, se dejan 200 plomos sin enterarse. Entre la camisa de raso, la botellica de aceite del Paraíso, la tasca de Raimundo y el décimo de la carrera, combinado de camino en la Loca, o su antagónica etimológica, la Santa, así se hace caja. Que la Navidad era tiempo de paz, de amor y de luz. ¿O la estrella de Oriente era LED? Hablen luces callen, sevillanas (Endesas). En Madrid ponen buses. Aquí, el trenecito: que esto es Jaén y aquí hay que maniobrar. Luego apagamos las regletas, el stan by (botón rojo) de las teles y descargamos el eléctrico. Dicho eso, no olviden montar el Belén, el árbol con sus bolas...vayamos a que sus majestades les traigan carbón y les penalicen por la huella de carbono.



    Articulistas