La Alta Velocidad en Jaén

03 ago 2019 / 11:25 H.

Tanto se ha hablado y se ha escrito sobre el abandono histórico de la provincia de Jaén por parte de las distintas administraciones que queda poco por decir y mucho por hacer. Con la reciente y acotada movilización automovilística de los cien coches por las autovías A-44 y A4, desde Jaén a Santa Elena; reivindicación liderada por el joven y comprometido alcalde de Jaén capital, Julio Millán, junto con los concejales de la Corporación Municipal, a los que se han sumado partidos políticos, sindicatos, plataformas ciudadanas... etcétera, con el propósito de reivindicar, una vez más, la “alta velocidad ferroviaria”; se abre una nueva espita de unidad de acción y esperanza para la “eterna olvidada...” (artículo que publiqué en este diario en la sección de Tribuna, abril de 2015, que desgraciadamente sigue vigente). Aunque las autoridades nos pueden sorprender de nuevo con otra solución esperpéntica como puede ser la inclusión en la denominación de la estación de la “alta velocidad” de Granada el sustantivo Jaén. Si por otra parte, consultamos los movimientos demográficos nacionales comprobamos que la provincia de Jaén está situada entre una de las primeras del ranking con más despoblación. Si también echamos un vistazo a las cifras recientemente publicadas por el INE sobre población activa, tenemos que nuestra provincia es la que más paro registra, entre las de la Península Ibérica e Islas Baleares, con un 24,44 % (sólo nos supera Ceuta y Melilla). Obviamente, estos datos, y otros muchos, certifican un presente y un futuro negro para nuestra gente si no se actúa. Y sabemos que, entre otros muchos factores, para crear riqueza es crucial la programación y el desarrollo de una red ferroviaria adecuada con la exigencias empresariales, administrativas y ciudadanas, acordes con los nuevos tiempos.

El AVE acaba de llegar a Granada, y del mismo modo está programado que llegue a Almería en el 2023, y a estas alturas de la película nosotros, “tierra de trenes”, no aparecemos ni en los papeles. Así pues, exigimos tener conexión con la “alta velocidad de Granada” dentro del denominado Corredor Mediterráneo e igualmente que se terminen las obras de la conexión con el AVE de Córdoba en el Corredor Central, que llevan cierto retraso. Los razonamientos económicos que arguyen las autoridades diciendo que no es rentable la conexión de nuestra provincia con la alta velocidad no son de recibo y nos reafirma en el aislamiento ferroviario o lo que es lo mismo en la ralentización de su desarrollo económico. Ante esta injusta situación la sangre nos fluye, moviéndonos en forma de movilizaciones, manifestaciones, denuncias...etcétera, y las respuestas a estas protestas siguen siendo en bastantes casos sólo compromisos verbales; pero las administraciones competentes quedan avisadas y les urge pasar de inmediato a las pruebas que nos permita salir de esta espiral infernal. Así pues, este artículo simboliza “el grito” para que todos al unísono demandemos a las autoridades competentes (autonómicas, nacionales y europeas) a que firmen los documentos pertinentes en donde se recojan las partidas presupuestarias para tales fines, con las que se garantice la solución a estas graves e históricas carencias relacionadas con la red ferroviaria de nuestra provincia y más concretamente con la “alta velocidad”.