K-HITO,
parte dos

15 mar 2019 / 16:28 H.

K-HITO solo tenía diez años cuando falleció su padre. El 12 de agosto de 1900, su madre enviudó con cuatro huérfanos. Se lamentaba de la escasez de dinero. “Hijo, una carrerita, oposición y a ganar dinero”. K-HITO en ocasiones iba a La Peña donde leía una revista taurina —Sol y Sombra—, comentaban la faena en la plaza de toros de Pamplona de Bombita Chico y Machaquito. “El Heraldo” daba la noticia de que “El Cuento Semanal” en el Concurso de novelas cortas, había otorgado el premio a “Nómadas”, cuyo autor era Gabriel Miró. Ahora se comprende por qué no se ajuntaba con nosotros, él era un intelectual. Allí, en La Peña, hice mi primera caricatura, se la dedique a Rafael Gómez “El Gallo”. Cuando mi madre se enteró del anuncio de una oposición a Correos me dijo: “Hijo, tienes que tener algo seguro, que de dibujar y pintar no se vive. Me trasladé a una academia a Madrid. Un 13 de agosto de 1907, aprobado el último ejercicio, me obligaban a trasladarme a Valencia. Me encargaron la sección de cartas certificadas y en los resguardos hacía caricaturas que pasaban a la papelera. Un día, el director se presentó con un álbum con todas mis caricaturas y me dijo: “¡Me puede hacer la mía!”. Conservo todas. Dedicado a Arturo Molero que sigue la misma trayectoria que K-HITO.