Justicia y misericordia

    08 mar 2023 / 18:40 H.
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    Levantó revuelo que algunos vieran bien aplazar la prisión de Griñán por el cáncer que padece; escandaloso fue que Zaplana no recibiera igual trato y hubiera de superar su leucemia en prisión preventiva. El principio constitucional de igualdad adquiere especial relevancia en estas situaciones extraordinarias y en momentos en que convergen problemas graves de salud y privación de libertad; aquí cualquier generosidad es poca. El Estado debe ser justo en sus tribunales y la justicia se cumple cuando, tras un proceso con todas las garantías, se declara la culpabilidad o inocencia y se ordena lo necesario para el cumplimiento, en su caso, de las penas impuestas. El indulto como medida de gracia debe ser empleado rectamente, lo que ahora no hace al caso. En el cumplimiento de las penas cabe —sin duda— la magnanimidad. De la jurista del XIX Concepción Arenal es la máxima: “odia al delito y compadece al delincuente”, muy repetida a la entrada de antiguas cárceles —trasunto del concepto cristiano de misericordia— que impone no agravar, atenuar o retrasar el cumplimiento del que ya tiene la condición de penado. Una grave enfermedad siempre debe ser razón suficiente para no agravar el castigo.

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