Jugar con fuego

    30 ago 2019 / 09:19 H.

    Paseen por su barrio o pueblo y cuenten casas de apuestas. Paralelamente se publicitan sin pudor en horario infantil, con actores, famosos, presentadores y deportistas. Acaparan más del 45 por ciento de la publicidad en retransmisiones deportivas. Las camisetas de 1 de cada 3 equipos de Primera es de operadores de apuestas y juegos de azar. Y llegan los datos. Hoy los jóvenes son la franja más numerosa buscando rehabilitación. Está degenerando en un problema. No es vicio, ni afecta solo a personas débiles, sin personalidad u ociosas sino un trastorno que llega a provocar un deseo incontrolable de jugar y apostar, pese a ser consciente de las consecuencias sociales, económicas, laborales, familiares y personales. “Papá Estado” debería actuar, regular la ubicación de casas y operadores, y no banalizar con consejos como “juegue con moderación”, equiparable a un “fume con moderación”. Se debería prohibir tajantemente la publicidad que llega a menores desde las camisetas de sus ídolos por ejemplo. Quizá no actúe por el conflicto de intereses que supone prohibir o limitar la publicidad sin hacerlo a la que es su empresa más rentable: la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado. No mercadeen con nuestros jóvenes.