Josefina Manresa

13 jun 2016 / 12:03 H.

Ayer vi en la casa de enfrente cargar una furgoneta con libros; sentí cierta amargura: no sabía si los llevaban al anticuario o para reciclar el papel. Enseguida pensé en Josefina Manresa y que gracias a ella tenemos el legado de Miguel Hernández, obra y recuerdos, en el Instituto de Estudios Giennenses y adquirido por la Diputación Provincial en 2012 para su promoción cultural y dedicarle un museo. Miguel leía en el campo mientras guardaba ganado, leía y leía y contemplaba el paisaje meditando sobre lo leído. Hoy veo a algunas personas leer en sus tabletas mientras oyen música por los auriculares. Me pregunto si de estos lectores seguirán surgiendo escritores poetas. Ahora, cuando se necesita una información puntual, se consulta internet. Hay algo que no encaja: no es lo mismo no recordar el autor del pensamiento que tienes in mente y consultar el libro que conservas y asimilaste, que echar mano de esa “chuleta” informática. Pero, bueno, ¡Dicen que son otros tiempos!