Jesús nació en Jaén

    24 dic 2021 / 16:30 H.
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    Por las penas que tuvo que pasar la Sagrada Familia para encontrar un lugar donde naciese el redentor, y algunos datos más, podríamos afirmar que Jesús era jaenero de pura cepa. Si analizamos lo que nos han contado sobre su nacimiento, lo primero que nos dejan claro es la “condición de emigrantes de sus padres”. Una orden del emperador César Augusto, en la que se
    indicaba que todos los habitantes del país
    tenían que ir a su ciudad de origen para inscribirse en el censo, fue la causa de que el parto les pillase fuera de su casa. Salieron
    de Galilea de la ciudad de Nazaret, llegando
    a Judea a la ciudad de Belén, que es de
    donde procedían. “Obedientes y sumisos”, acataron el mandato del emperador, desplazándose para censarse; recibiendo en contrapartida a su lealtad, un intento de matar al niño. López Vigil nos dice: La huida a Egipto está relacionada completamente con la emigración y la represión política. La historia de la matanza de los inocentes y la huida a Egipto, pone a Jesús en relación con Moisés. En este “ambiente de represión, angustia, pobreza e incertidumbre”, sitúa este episodio el exilio de muchos israelitas”.

    Las escrituras nos narran que: “la llegada
    a Belén se produjo subiendo una ladera cargada de olivos. Posteriormente entraron en un establo, donde se produjo el parto, lo envolvió con bandas de tela y lo acostó en un pesebre” (Luc. 2:7). Es decir, en un cajón comedero de animales sucio y mal ventilado. Quitemos nos de la cabeza la bella y evocadora imagen que tenemos formada del portal
    de Belén, y pensemos lo que realmente era. También se ha escrito que los tres reyes magos llegaron guiados por una estrella.
    “Tardaron 83 días en llegar en una ruta de 1.600 kilómetros”, desde Oriente a Belén. Melchor, un rey anciano europeo, Gaspar era asiático y Baltasar africano. Se fueron encontrando por el camino y continuaron juntos hasta Belén. A estos magos, Herodes los llamó en secreto, interrogándoles cuidadosamente sobre el tiempo de la aparición de la estrella y enviándolos a Belén, les dijo: “Id e informaros exactamente sobre este niño, y, cuando lo halléis, comunicádmelo para ir yo también a adorarlo”. Procediendo posteriormente a ordenar la matanza de todos los primogénitos menores de dos años. De ahí el día de los Santo Inocentes.

    Concluyendo: una familia de emigrantes, obedientes, sumisos, en un ambiente de represión, angustia, pobreza e incertidumbre, llegando a su destino a través de una ladera cargada de olivos, mostrando como imagen evocadora algo irreal. Un lugar donde llegar cuesta el doble de tiempo y tienes que orientarte con GPS por falta de señalizaciones, o en el caso de los Magos con una estrella, y que está regentado por políticos, que solo piensan en conspirar y retener su poder
    caiga quien caiga. Perdonen los que se puedan dar por aludidos, pero esto se le parece mucho a esta provincia. Necesitamos un San Cristobalón, que para el que no lo sepa, fue un gigante que habría cruzado un profundo río con el niño Jesús sobre sus hombros ayudándose de una palmera que arrancó para usarla de apoyo. Ese gigante, en nuestro caso, ese líder; es el que pudiera hacer que la provincia entera se una y nuestros Herodes de siempre, se sientan por un momento achantados, y paralicen el desangre, no solo de los primogénitos, como fue aquel caso, sino el de toda nuestra estirpe.

    Este cuento de Navidad hablaba de los políticos de élite, pero realmente hay muchas más personas que se están partiendo el pecho por mejorar la vida de sus conciudadanos. A estos héroes de lo cotidiano nos los encontramos en las distancias cortas, es decir, en las políticas municipales, donde los ediles no tienen horarios y sus móviles están en manos de los vecinos con los que se cruzan a diario, y con los que se paran para recibir unas veces sus peticiones y otras veces sus quejas, pero siempre dando la cara en primera fila de combate. Para ellos y para todas las personas que están peleando por la prosperidad de esta olvidada provincia; “Feliz Navidad”.

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