Jaén ya huele a jara

El viento susurraba un poema, un poema romero, un canto entre los verdes encinares, un eco adormecido entre las jaras que exhalaban su aroma. De gris se teñía el cielo de la tarde, la primavera se había despertado sobre el monte, la sierra regalaba el aliento de sus plantas de lentisco, romero, lavanda, mejorana... se dejaba sentir el dulce aroma de los pinos, contemplando los ojos los variados verdes que la vegetación nos muestra esplendorosa. Abril, has derramado tu aliento sobre montes y valles, con la ternura de tus manos han brotado mil flores, has vuelto a conquistarnos con tus versos, mágicos poemas, canciones, rimas soñadoras. Has vuelto a regalarnos tu perfume callado, tu sonrisa que impacta y enamora. Has llenado de flores y colores los caminos, los riscos, las praderas, las alturas, los llanos, las orillas del río, que parece cantar entre sus piedras un cántico sonoro para ella, que reina silenciosa allí en su camarín entre oraciones, súplicas, plegarias y canciones. Las huellas retornaron a los viejos caminos, por los que tantos hemos llegado, alguna vez, andando hasta sus plantas. Abril, no te has quedado este año, sin sentir el vuelo de metálicos sones que cantan las campanas, ni el bullicio de alegres peregrinos que han vuelto a sonreír y a emocionarse cuando conquistando el final del sendero se han visto frente a ella.

Y María de la Cabeza, ha tendido su manto sobre los corazones que la buscan, derrocha su ternura, su alegría, su paz y su dulce consuelo. Andújar al amor de su patrona ha dejado su ofrenda de cantares, de rimas sonorosas a la más tierna rosa, la aceituna bendita, la que derrama paz y consuela las cuitas. La Reina del Cabezo abre su corazón a su pueblo que calma sus pesares, entre los encinares hay un sinfín de besos para ella, hay un compás que late estremecido. Jaén se ha vuelto altar entre la jara, Dios se deja sentir en la naturaleza mientras el pueblo reza. Jaén entona el himno para ella, el alegre compás de versos que cantando se emociona, un sentir el consuelo de la Reina de sierra Morena, que hace dulce el camino y envuelve al peregrino con su dulce fragancia. La primavera ya se ha despertado y Jaén en la sierra huele a jara.