Jaén sin Onda

Gracias. Gracias y gracias. A los que nos disteis el cariño informativo con el rigor que pudisteis y os dejaban. A los que contabais con nosotros para hacer de Jaén un entorno mejor. A los que sacrificabais descanso por atender a los vuestros y hacer una radio divertida. A los que hacíais del silencio la mejor arma contra la intolerancia y la desidia. A los que siempre teníais una sonrisa para agradecer nuestro altruista esfuerzo. A los que entendíais que hacer una tele local era dar cabida a todas las opiniones, por esa pluralidad democrática y asertiva. A los que nos recibíais con cariño, con diplomacia y nos mostrabais el camino de la que era nuestra casa. A las que increíblemente nos hacíais, polvos mediante, unos seres aceptables a la pantalla, y hasta nos llamaban guapos. A todos aquellos que lograbais transmitir aquello que la ciudad reclamaba, aquello que la ciudad necesitaba, aquello que ahora tanto añora. A esos que luego hacían de su mundo el tuyo, de su vida la nuestra, de su interés el común. Y sí, también había, como en todos lados hay, estúpidos, anárquicas, distantes y lejanas. Pero gracias, porque, sin todos ellos, sin ellas, todo eso no sería posible. Porque el fondo negro nunca ya será elegante. A los que apagabais todos y cada uno de los fuegos, hasta que llegó el incendio final. Gracias.