Jaén se viste de colores
Octubre se engalana y Jaén sueña... sueña con la alegría de volver a vivir esas sensaciones festivas que pintan el calendario de música, sonidos y colores en medio de la gente. Con la alegre mirada Jaén se ha vestido de feria, y canta en sus jardines y en sus calles. Las luces dibujan siluetas alusivas a los festejos y encienden en sus colores mágicas formas.
Jaén desde la altura sonríe mientras el cielo gris no quiere atreverse a dejar caer las gotas de la lluvia. Hay un sentir de palmas, bailes y alegría que andan entre los tacones del bullicioso espacio donde Jaén se divierte. Y vuelve a sentir su feria como mejor sabe hacerlo, entre compases de clarines cuando la tarde abre sus puertas y los trajes de luces brillan en la arena redonda que canta en sus instrumentos alegres tonos festivos. Jaén vuelve a la infancia para experimentar esas sensaciones agradables que le producen cuando accede a cualquier atracción, en las que a veces, la adrenalina, hace vibrar esa campanita de los latidos. La música se hace viva en el tren de la bruja, los tiovivos, noria... donde los más pequeños disfrutan, un año más, de esos momentos divertidos en las que las emociones vuelan en sus mantos de tules naciendo por dentro esas percepciones tan gratas. Y sueña con el inquieto acento de esas horas amables que aparecen vestidas de sonrisas y hacen olvidar los momentos tristes y poco convenientes que, a veces, nos acechan. Jaén sabe deleitar con sus danzas a los que aman ese ritmo jaenero que vive en el corazón de quiénes sueñan con la melodía de esos sones tan nuestros. También el aire se viste de feria y trae los aromas más dulces que vuelan por doquier. Cuando el algodón de azúcar abre los sentidos para ofrecer sus mágicas sensaciones, esa experiencia de suave textura, como si un hada lo hubiera tejido con sus manos, y que desaparece al tocarlo los labios, dejando derretirse su sabor en el profundo espacio donde el gusto esconde sus delicias. Jaén sueña contenta... y su feria despierta cuando octubre ha pintado de otoño los rincones, amarillas se vuelven las aceras, el cielo gris avanza entre las nubes... y Jaén se viste de colores entre el bullicio alegre de su feria.