Jaén
merece más

Jaén, nuestra ciudad, nuestra tierra, nuestra vida, representadas por esas benditas cuatro letras, con su tilde en la e y su acento en la jota, las hacen tan peculiares como las gentes que simboliza. Paso histórico de grandes, no logramos salir de pequeños. Exportamos almas a todo el mundo, sonrisas, ilusiones, familias que por mucho que pasen los años, siguen sintiendo cada calle, cada árbol, cada fuente como parte de su vida, como parte de su ente. Pero no arrancamos, metemos la llave en el contacto, cuando hay llave, cuando hay contacto, giramos y giramos y no paramos de girar, y cada proyecto a medio se torna en largo plazo, y cada ilusión se transforma en suspiro para pasar a decepción, y nos culpamos los unos a los otros, los del pueblo al gobierno local, estos al autonómico, que pasa la pelota al central, y si no los de antes, y si no los de después, y si no los que no estuvieron por no estarlo. Juntemos los hombros, agarremos fuerte los remos y batámonos contra la tempestad, apoyemos al pequeño comercio local, al grande (local), al local por ser local, y dejémonos de esas envidias que nos invaden cuando vemos al vecino triunfar. Sonríanos al prójimo, demos los buenos días y no pitemos al coche de delante... ayudémonos y seamos solidarios. Porque... Jaén merece más.