“J” de Jaén

Es la décima letra del abecedario del idioma español. Supongo que a las demás personas también os habrá pasado lo siguiente, pues resulta que con las matrículas antiguas de los coches (aunque seguramente quedan algunas todavía), sabíamos de donde procedía el vehículo y por tanto intuíamos que los ocupantes también serían de ese lugar. Bien caminando o bien desde nuestro coche, observábamos y decíamos o pensábamos “de Jaén”, cuando veíamos esa bonita letra en la placa. También me ha ocurrido a mi cuando estando de vacaciones o de viaje en cualquier otra provincia veía circular o aparcado un coche con la “J”.

Tal vez no tenga mucho sentido, pero pienso que eso nos pasa por el amor que le tenemos a nuestra tierra. Y qué decir cuando en el extranjero coincides en la recepción del hotel o en el restaurante con esas personas que tras escuchar tu acento te preguntan: “¿Perdona, eres de Jaén?”. Algo parecido me ocurre también cuando viendo algunos concursos de la televisión en los que los concursantes juegan con las palabras y deben pedir letra, como “La Ruleta de la Suerte”, (y creo que ya saben lo que voy a decir) ellos dicen: ”La J de Jaén”. ¡Qué bien suena, qué hermosa tierra la nuestra! Como dice el Canto a Jaén: “Bella ciudad de luz, que tienes cuando miras, el corazón y el sol rendido a tus pastiras. Sultana tu mujer, que al despertar un día, se hizo clavel de amor al sol de Andalucía. Alcemos bajo el sol como una antorcha el corazón. La tierra de Jaén abre sus brazos de mujer”.

Y una curiosidad más, este periódico publicaba hace un tiempo un artículo “El otro Jaén de Marruecos. Una expedición de Diario JAÉN viaja hasta Chaouen, una ciudad situada al norte de África que, en su traducción al español se conoce como Xauen, nombre que comparte con el Jaén español”, ¡el nuestro con Jota! Es muy interesante, os recomiendo que lo leáis, al igual que todo lo que publica el profesor de estudios árabes e islámicos, Francisco Vidal Castro, por cierto, de Cambil, y por tanto de la ciudad de Jaén.