Insultar

    06 dic 2022 / 16:00 H.
    Ver comentarios

    Nuestro idioma, por suerte, es rico en definiciones y tiene tantos sinónimos que, a veces, llegan a acarrear dudas sobre cuándo y dónde se usan. Si en muchos puntos de Andalucía, llamas a alguien con el término “pisha” o “hihoeputa”, seguro que estás saludando a un amigo del alma, un colega, una persona cercana. Apelativos incorrectos políticamente, pero usados con sana intención. Sin embargo, no se te ocurra salir de ese ámbito para referirte a alguien en esos términos. Seguro que, como poco, serás insultado de manera furibunda. Los insultos, que se han puesto de moda en la catedral de la oratoria, de las buenas formas, no son esos. Sus señorías lo hacen utilizando términos como: comunistas, fascistas o filoetarras, que se lanzan poniendo de manifiesto posturas políticas diversas que en sí mismas son denominaciones correctas, pero que son usadas con intención de dañar al contrario. Por supuesto, todo debe evolucionar al tiempo que cambia la sociedad. Pero, llevamos una época en que lo políticamente correcto nos limita el discurso, la creatividad, nos coloca en callejones sin salida. Encajar el idioma inclusivo en un texto literario, puede provocar equívocos y escritos larguísimos e ininteligibles. Sobran insultos, pero falta respeto y tolerancia.

    Articulistas