Instrucciones para ponerse la mascarilla

Cierre los ojos y tome una bocanada de aire para rellenar su plexo pulmonar, no sé qué es, pero suena de escándalo. Compruebe la quietud de su oreja izquierda y la elasticidad de la goma. A continuación, anille sus orejas. Cortázar escribió instrucciones para tener miedo, para llorar y para matar hormigas en Roma, permítame esta incursión en estos tiempos de gravedad cuando hasta la risa se encasquilla en la mascarilla que tanto se olvida. Revise que la mascarilla, no quede pegada a la frente. Suelte esa bocanada de aire y abra los ojos. Ajústela con cuidado a la columna de su nariz y compruebe que la parte metálica no ha desparecido. Haga
un pequeño balance mental ¿cuándo toca lavarla o cambiarla? Es
curioso a veces oirá y olerá su
respiración. Use la mascarilla
como altavoz, module con el típico ¡probando! ¡Un, dos, tres! Y
cante ópera alemana, recite la
Canción del Pirata, declame los colores de su jersey, subtitule a su Pepito Grillo y dele la razón y el corazón. Mírese en el espejo y sonría. ¿En serio? ¡Otra vez! Sonría más fuerte, para percibir su sonrisa en los ojos. Duración media de la instalación: ocho segundos.