Insigne

Me contaban el caso de un compañero de la universidad que se llevó un gran disgusto al llegar al despacho una mañana y ver que su pizarra había sido borrada accidentalmente. Algunas ideas brillantes se perdieron, un problema..., pero nada que ver con el que generó aquel conserje del Instituto Politécnico Rensselaer de Nueva York, que para no oír el pitido de una nevera le cortó los fusibles, destruyendo, al alterar la temperatura de unos cultivos celulares que contenía, más de dos décadas de trabajo científico, Dos acciones aparentemente insignificantes, pero trascendentes. En realidad cualquier pequeña acción de cada uno de nosotros, por simple que parezca, puede ser determinante, en positivo o en negativo, realizada a conciencia o de forma inconsciente. Es por ello que debemos ser especialmente cuidadosos con las responsabilidades que tenemos asignadas, así como con las personas sobre las que tenemos fuerte ascendiente, pues si pequeños hechos fortuitos pueden cambiar el devenir, cuánto más nuestro día a día lo transforma sustancialmente. Nuestro lugar en el mundo es justamente en el que nos encontramos cada uno, con nuestros talentos y circunstancias. No hay vida pequeña, cuando la miramos desde cerca toda vida es grande. Lo insignificante puede hacerte insigne anónimo.