Procés y violencia

Ya se sabe, hay un afán “mediterráneo” por el fuego. La publicación de la sentencia contra los líderes del “procés”, con penas de entre 9 y 13 años de prisión, no han servido para calmar los ánimos de los independentistas catalanes. La llamada “revolución de las sonrisas” ha devenido en fuego y violencia, cortes de vías férreas, paralización del aeropuerto, sabotajes, barricadas y un sinfín de amenazas a los compatriotas sencillos, pacíficos y trabajadores. La “no violencia” ha terminado con la quema de Barcelona y llamamientos al incumplimiento de las normas de convivencia. El presidente de la Generalitat —sus hijos son CDR—, simpatizando con los sublevados en calles y plazas, no con sus policías. A cambio, esperan recibir lo de siempre: privilegios. Ellos se creen mejores. Dicen que se les han colado pirómanos atenienses y romanos, aunque hablaban en catalán. El fuego es purificador y llevará lluvia de subvenciones. La excusa: los líderes de la causa y la injusta prisión a la que se ven sometidos. Sin España, Cataluña no es ni parte de la “Europa jurídica”. Que siga la fiesta. ¿Pongamos, aprobado patriótico? Algo habrá que darles.