III Epílogo

    30 jun 2024 / 10:29 H.
    Ver comentarios

    Álvaro puso todo su interés en que su esposa le perdonase. Las consecuencias fueron su adicción a la bebida, como dice Chumy Chúmez en su libro “Yo maqueto” bebía todos los días. Sufría a solas y como consecuencia de sus excesos su cuerpo y su mente se iba deteriorando. Una mañana se presentó en la redacción su amigo Ángel Tejero. Se dio cuenta del estado de Álvaro y les recriminó que no hubieran hecho nada por él. Perdiguero se entrevistó con Álvaro y tomaron la decisión de solicitar una consulta con el prestigioso profesor Juan José López Ibor. En pocas semanas, Álvaro mejoró notablemente, se fue a vivir con aquella joven tan bella que había conocido en Madrid, rehizo su vida y Adolfo Suárez le encargó guiones para TVE que tuvieron gran éxito. De su relación con Anne nace en 1959 su hijo Alexander. Por culpa de un comentario sobre un ministro La Codorniz sufrió el expediente más grave. Se aconsejó que el conde de Godó lo expedientara, y no el Gobierno. Él tenía pensado crear una revista La Nariz. Falleció en Manchester. Su obra maestra sigue presente. Al comprar la revista nos decían “cómo es posible que esta juventud compre esta revista” y contestábamos porque es “la revista más audaz para el lector más inteligente”.



    Articulistas