Ideología o
valía profesional

28 mar 2019 / 11:07 H.

La disyunción a la que hace referencia el título es, pienso, suficientemente clara. Cuando se marca una alternativa, uno de los dos elementos tiene carácter excluyente. Comportamientos fuertemente ideologizados pueden producir la exclusión de todo aquel que no entre en el territorio de esa ideología, bien política, de creencias, de maneras de entender la vida; independientemente de la validez, preparación o actitud. Por supuesto, esta clase de proceder no es sino lo contrario de una postura ecléctica, por extensión, enriquecedora. No obstante, en lo que toca a nuestro día a día, es una actitud generalizada, por más que se vocee lo contrario. La misma actuación que tantas veces —no siempre— se ha practicado en España en los últimos veinte siglos, si no más. Pareciera que “si eres de los míos” se obtiene una garantía extra de fidelidad. Puede que nuestro país siga padeciendo déficits endémicos, entre otras causas por esta mala costumbre. Porque al final (o al principio), no pocas veces, la gestión de las situaciones que afectan a la vida de las personas es resuelta por el mérito de la ideología y no por el nivel de la cualificación. Pues, a seguir así, que el rumbo está trazado.