La sequía

03 dic 2017 / 11:33 H.

Dicen los expertos que la sequía ha venido para quedarse. Y por si es verdad, las eléctricas empiezan a subir sus tarifas. La sequía es un problema recurrente que revela cuando menos tres cosas: primero, que los políticos no legislan en función de las necesidades sociales, sino para los interesesde las eléctricas. Así que instamos a que los dirigentes se tomen muy en serio el calentamiento del planeta, aunque ello sea doloroso para el mundo industrial-empresarial. Segundo, que todos empecemos a ver el agua como un bien escaso y que necesita ser usado en función de la necesidad para el soporte de toda la vida. Es decir, responsabilidad por encima de utilitarismo economicista o capacidad de pago. Y, tercero, tras la sequía viene la desesperación, es una suerte de estado que ha llevado a África y Asia a hambrunas enormes, y a nosotros a un punto en el que todo se convierta en puro dolor y desesperación. No es alarmismo, es más serio y complejo. Ulrich Beck decía que somos una sociedad basada en la gestión del riesgo, esto significa que la sequía hará millonarios a unos pocos y nos traerá de cabeza a la mayoría. De hecho podría parecer que los políticos no son culpables del comportamiento de la naturaleza; todo lo contrario, son los responsables, no solo de que no llueva, sino de que creamos que no pasa nada, que es otro ciclo y que por lo demás, nunca llueve a gusto de todos.