Religión y fiestas

Desde hace miles de años, las fiestas de los seres humanos han estado vinculadas a alguna forma de religiosidad o de creencia. Algunas trascendentes y otras más mundanas. No es de extrañar que hayamos heredado todo un calendario festivo vinculado a la religión. Yo creo que a la mayoría de las personas, le es un tanto indiferente que el descanso, la fiesta, provenga o tenga connotación religiosa. Igual hay un 15% por ciento de la población que vive cada festivo solo para su verdadero y estricto sentido cristiano —en nuestro caso—. Sin embargo, somos una mayoría, que sin olvidar la raíz religiosa de lo lúdico, compaginamos con el disfrutar de los seres queridos, los pocos días de descanso que la sociedad permite. No estamos en la postguerra civil ni en el Medievo, momentos de imposición de la religiosidad. Nuestra religión mayoritaria ha llegado al grado de madurez, de respeto por las libertades y a identificarse con los Derechos Humanos. De tal manera que, el “humanismo cristiano”, es la raíz de la Europa Democrática y del Mundo Occidental. Inventar hoy una nueva teología laica para lo festivo es ridículo.