Hoy Jaén brilla más que el sol

11 jun 2020 / 11:58 H.
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José Galián Armenteros - Jaenero, Cofrade y Pregonero de la Virgen de la Capilla

Aún confinados por la pandemia de la covid-19, virus que tantos enfermos y fallecimientos de hermanos nuestros han sufrido y nos dejaron para estar en el cielo, hoy día 11 de junio de 2020, uno de los tres jueves que brillan más que el sol, la ciudad de Jaén será la estrella con luz propia pues es Corpus Christi; día del Señor y de la Virgen de la Capilla; calor y luz, energía para los cristianos; vida en las calles y plaza de la ciudad que es relicario del Santo Rostro, la reliquia más preciada, uno de los tres dobleces del paño con el que la mujer Verónica limpio el rostro de Cristo y del Descenso la noche del 10 al 11 de junio de 1430 en que la Virgen descendió del cielo y paseó en blanco cortejo, deteniéndose en aquella ermita en los arrabales de San Ildefonso para quedar para siempre en esta capital del Santo Reino con la advocación de Virgen de la Capilla.

TRADICIÓN, FE Y DEVOCIÓN. Como es tradicional, hoy es la fiesta del Corpus Christi establecida en 1208, cuando la religiosa Juliana de Cornillón promovió la idea de celebrar una festividad en honor del Cuerpo y la Sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Se celebró por primera vez en 1246 y lo hizo la Diócesis belga de Lieja.

DIA DEL SEÑOR Y ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO. Un acontecimiento de la Iglesia cristiana universal con la finalidad principal de proclamar y aumentar la fe de los creyentes en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.

Todo comenzó en el Monte Cornillón, en Flandes —cuentan las crónicas— cuando la hermana Juliana, según unos cronistas, y Luciana, otros, del monasterio agustino, tuvo una visión en la que se le apareció una luna llena resplandeciente, en la que se veía una hendidura negra. Impresionada por esa visión, pensando en ella y en qué podría significar, después de algunas consultas pensó que la luna y su bello resplandor significaban la Iglesia católica y las fiestas litúrgicas que la misma celebra, y la mancha oscura era la falta de una fiesta que solemnizara el Santísimo Sacramento, el Cuerpo de Cristo.

LA VIRGEN DESCENDIÓ DEL CIELO A LA CIUDAD DE JAÉN. Todos los años por San Bernabé, Jaén conmemora su día más grande, el glorioso descenso de María santísima a la ciudad. Y es que la tradición entre todas las fuentes de conocimiento del pasado, es la que mejor revela el carácter de un pueblo. Conocido el motivo; desde el origen del culto y devoción a Nuestra Señora de la Capilla, que dentro de las tradiciones religiosas de los pueblos, esta, por su especial naturaleza y por las circunstancias especiales que en ella concurren, tiene derecho a ocupar un lugar preeminente.

DOS APARICIONES ILUMINADAS POR LA LUNA. Ambas en luna llena resplandeciente, como si fuera el sol; dos visiones testificadas por hombres y mujeres de fe, no solo públicamente, una por la visión de la monja en el monasterio agustino de Cornillón y la otra por el blanco cortejo de la Virgen María con su divino hijo nuestro Señor en su brazo por las calles de Jaén hasta la pequeña ermita en el arrabal de San Ildefonso, donde se detuvo y para siempre quedó en Jaén.

DOS TRADICIONES CON ARRAIGO DENTRO DE LAS TRADICIONES. Dos acontecimientos, dos tradiciones, uno mundial y otro local, ambos religioso-popular provocados por las personas; el primero por una monja y el segundo por unos vecinos. En definitiva, un día que, como dice el refrán, brillará más que el sol. Pasado el tiempo, la celebración del Corpus Christi, desde 1230, cuando la monja siendo priora consultó su visión a la interpretación del canónigo que subió a los altares con el nombre de San Martín de Lieja ocasionando el justo acuerdo de la Iglesia de celebrar con más solemnidad de la que venía haciéndose la institución del Santísimo Sacramento.

Y la otra el descenso de la Virgen a esta ciudad según el juramento ante el provisor Villalpando a los dos días del milagroso suceso, como consta en el pergamino original guardado en relicario de plata en la capilla de la Virgen en la parroquia, sacra iglesia, santuario y basílica menor, como lo recogieron en sus respectivas obras los principales historiadores de los siglos XVI y XVII en la capital del Santo Reino y desde entonces del Descenso también.

AMOR Y DEVOCIÓN. Dos tradiciones dignas de todo respeto que este año 2020, suspenden sus procesiones y solo celebraremos virtualmente en Jaén por la covid-19, hoy jueves día 11 de junio en la basílica de San Ildefonso la Fiesta Votiva de los Cabildos Municipal y Catedralicio para honrar a la Virgen de la Capilla, patrona de Jaén, y el próximo domingo día 14, en la Catedral, la Eucaristía, la hostia sagrada que es el Corpus Christi.

DIA DE ORO Y PLATA. Cuando lleguen los días 11 y 14 de junio de 2020, nuestro pensamiento seguirá puesto en los enfermos y fallecidos por la covid-19, aunque más esperanzados por nuestras oraciones y el estudio de la ciencia avanzado en la pronta vacuna que salvará a la humanidad del Planeta Tierra. Pero seguiremos observando el cielo y viendo millones de puntos luminosos que siendo astros o cuerpos celestes se reflejarán en la ciudad de Jaén como aquellos dos días comentados; estrellas que se unirán al sol, que es la sagrada forma donde está el Señor y en la cara bonita de la Virgen de la Capilla. Y ambas este año sin presencia física por las calles, solo por el culto, brillarán con luz propia y emitirán amor y devoción... Serán unos días, tardes y noches que brillarán por la luna y el sol este jueves del Señor y de la Virgen de la Capilla.

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