Hoy he vuelto al lugar

    25 dic 2022 / 13:29 H.
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    Hoy he vuelto al lugar. He vuelto al lugar donde perdí tu mirada. He vuelto para recordar la última risa con brillo en tus ojos. Reías. De mis guiños y de mis saltos en la hierba.

    Todo está igual y podrías venir conmigo a respirar el aire fresco y a mirar con curiosidad la amapola gigante y colorada que vive sola en el llano amarillo donde estuvo el trigo. El cielo está tan azul y tan brillante como tus ojos estaban aquella mañana en que perdí tu mirada. He venido porque no tengo fuerzas para mirarte a la cara, sabiendo que ya no está tu mirada. He venido para después contarte que no puedo vivir sin mirarte, que mis ojos no tienen color si no se lo da tu mirada. He venido a llorar con tus lágrimas en mis ojos de cobarde, que no son capaces de ver si no es con tu mirada. He vuelto para ver, por última vez, lo que viste tú en la última vez que viste. Y cuando vuelva a tu lado dejaré de mirar. Para ver. Y cuando te hable y me hables, cerraré mis ojos. Para ver. La misma nada que tú ves y volver otra vez a ser prisionero de tus ojos aunque ya no vean nada.

    Cuando te lea esta carta sabrás que tu padre tampoco ve nada porque todo lo veía con tu perdida mirada y que ya ni siquiera es capaz de saltar para hacerte reír y robarte y vivir de tu ausente mirada. Hoy he vuelto al lugar donde perdí tu mirada y la he recogido del suelo ensangrentada junto al arcén con olor a goma quemada en la carretera manchada.

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