Hoy elecciones europeas

Hace muchos años que votamos para conformar el Parlamento Europeo. Al principio fue algo simbólico ya que no tenía apenas competencias el marco europeo. En 2024, se puede decir que el 40% de los asuntos que nos afectan diariamente se ventilan allí. Me gusta mucho de estas elecciones que los ciudadanos votamos sin pasión, con “normalidad” y sosiego. Decidimos con nuestra ilusión. Ponemos por delante nuestro ideal. Me parecen por ello las elecciones más limpias. Aquí no hay voto útil, ni pensar en lo que no queremos. Hoy votamos lo que nos dice la voluntad y creo que tenemos 33 posibilidades. ¿Hay quien dé más? Europa fue la chica inalcanzable de nuestra adolescencia, la sanación de nuestro complejo de inferioridad y la meta deseada. Hoy es mejorable la agricultura, pero también en el Viejo Continente es la salvaguarda de nuestros derechos ciudadanos, el freno a cláusulas abusivas de los poderosos, la garantía de la libertad de expresión, el límite del manejo de la justicia, el freno a la “venezuelización”, la esperanza de la igualdad, el muro final a la impunidad y a las leyes personalizadas: para fulanito o menganito.