El sainete nacional

05 nov 2017 / 11:33 H.

Es una verdad de la literatura que lo trágico deviene en comedia y esta en grostesco. El afer catalán ha pasado de ser una cosa trágica a un sainete de época, con múltiples puertas por donde los protagonistas salen, entran y se entrecruzan. Como en todo sainete, la situación cómica nace de un malentendido, mantenido por unos e ignorado por otros, y donde los espectadores observan cómo la gracia está en la mentira, el retruécano y la falta de diálogo. Así lo hemos visto muchos desde las periferias de la opinión y alejados de cualquier sentimiento hacia el nacionalismo, catalán o españolista. Para mí este sainete muestra lo poco serio de nuestros políticos, incluso la falta de altura y coraje, y cómo ni la derecha está para gobernar, sino más bien para administrar tiempos y sus dineros, que el partido socialista no tiene claro un proyecto de España y que la izquierda está ausente del relato, careciendo de un proyecto a la altura de los tiempos. Con este panorama, muchos sentimientos han sido derrotados y nos equivocaremos si no entendemos que hay una parte de la población hoy por hoy española que no lo quiere ser y otra que no sabe por qué lo quiere ser a toda costa. Toca reflexionar, debatir y dialogar. Claro que es obvio que con estos actores eso es difícil; y mientras tanto, todos con ese sentimiento de que nos reímos, cuando la tragedia es que se ríen de nosotros.