Hospital El Neveral

Pasando por la travesía de Villargordo un grupo de “Churribike”, o bicicleteros amantes de los churros, dijo con sorna mi amigo Ignacio Torres Sagaz: “un respeto, que estamos pasando por la calle de mi abuelo”, a lo que otro con la misma retranca le contestó: “¡pues vaya con tu abuelo, en vez de comprarse pisos se compraba calles!” Esa calle, al igual que otra que tenemos en Jaén, está dedicada a la figura del doctor Luis Sagaz Zubelzu. Este ilustre personaje, que fue médico, psiquiatra y científico, aunque nacido en Madrid, ejerció su trabajo en nuestra provincia, comenzando como inspector de Sanidad en Villargordo, pasando posteriormente a ser director e impulsor del “Sanatorio Antituberculoso el Neveral”. Allí estuvo durante 40 años, desde la apertura hasta su jubilación, siendo el alma de este sanatorio, referencia en el tratamiento de enfermedades pulmonares. En 1981 “El Neveral” pasó a llamarse “Centro Hospitalario de Enfermedades del Tórax, Dr. Sagaz”, en reconocimiento a su gran labor.

En el pasado mes de marzo, estuvo por nuestra tierra para conocer personalmente el Sanatorio, la periodista Mayte González-Gil. El motivo fue el haber escrito un libro con el título “El cerro de los vientos” sobre el mencionado hospital. Lo escribió tras descubrir a los 35 años de haber fallecido su padre, unas memorias escondidas en lo alto de un armario, relatando su estancia de un año en El Neveral. Allí, aparte de recuperar su salud gracias al buen hacer del Doctor Sagaz, encontró de su mano una nueva forma de vida, descubriendo su vocación por la medicina. Hizo, además, grandes amigos en la adversidad, cuya meta común era la de superar esa enfermedad que tantos estragos hizo en esta provincia, como fue la tuberculosis.

Hasta aquí todo muy bien y muy bonito, pero mira que tengo mala suerte, porque cuando trato de escribir una historia con final feliz, siempre se me acaba torciendo. La presentación del libro se iba a realizar en nuestro hospital “Puerta de Andalucía”. Después de haber mandado las invitaciones, la autora tuvo que recular enviando una nota
a los invitados indicando textualmente que: “de forma sorpresiva, ayer lunes 31 de mayo, se me ha informado de que ha sido cancelado el acto, tres días antes del evento. Es una pena que un acto preparado con tanto cariño por parte del hospital provincial, por la
editorial y por la mía, se vaya al traste por
no coincidir un acto cultural con las aspiraciones políticas. Esta novela, cuya presentación ha sido cancelada, pone en valor la
dedicación de toda la profesión médica de
El Neveral, asistentes, enfermeros, y su entrega al servicio de los pacientes”. ¿Qué es lo
que pudo pasar para tan repentino cambio? Pues para no errar, continúo con otro trocito de la misiva mandada por la autora. “También, por protocolo y deferencia, el gerente invitó al consejero de Sanidad de la Junta
de Andalucía, Jesús Aguirre, en la creencia
de que la presencia de la Consejería de Salud y Familias como institución en
este acto era una suma a
este reconocimiento de todo el colectivo sanitario y que, estábamos convencidos, agradecerían todos los profesionales vinculados de una u otra forma a
la salud de los jiennenses. Pero la respuesta no podía ser más sorprendente. Nos indicaron que no era el momento adecuado para hablar de El Neveral porque, a pesar de que lleva desde el pasado mes de noviembre cerrado, aun no se sabe que finalidad se le va a dar y no se quieren que venga alguien de fuera de la ciudad a poner en valor una institución centenaria como este hospital, mientras desde la Consejería aún no se sabe qué hacer con él”.

Tiene tela que los mismos que hace poco tiempo se quejaban vehementemente del cierre de las cocinas del hospital, quieran ahora cerrarlo en silencio. Mucho ojo, ya que oí que los terrenos fueron donados por un particular para la construcción de un centro sanitario, y que si en algún momento cambiaran de uso, la propiedad revertiría en sus herederos. “No digo na y lo digo to”.