Hipotecas y Supremo

Los ciudadanos muchas veces tenemos la impresión de que nos engañan a todos. Debatir quién más, me parece estéril. La polémica del Tribunal Supremo surge por no estar claros la Ley del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados y el Reglamento en la constitución de hipotecas. Desde comienzos de los noventa, socialistas y populares no fueron capaces de legislar de forma clara. Después, lo del Supremo es de traca. Lo más suave que se dice en los foros de abogados es “vergüenza y lamentable”. En un Estado democrático, esto debe de tener consecuencias y que vayan comenzando las dimisiones. No ser ingenuos y creer que por pedir a los bancos que no se repercuta a los clientes el impuesto en cuestión, vayan a cumplir dócilmente. Tenemos el ejemplo de las cláusulas suelo. El Gobierno Rajoy pidió a los bancos en enero de 2017 que devolvieran lo cobrado por cláusulas abusivas, y ahí están los bancos, no sueltan la pasta y colapsan los juzgados. Vigilar que cumplan la no repercusión, es una mentira más. Debemos recordar quiénes y cómo nombran a los magistrados del Supremo y eliminar el tributo, ¿acaso no tenemos bastantes?