Hermanamientos

Aunque los hermanamientos entre ciudades se realizan por diferentes motivos: proximidad geográfica entre pueblos pertenecientes a distintos países, tener el mismo nombre, tener las mismas actividades económicas... los objetivos finales suelen ser los intercambios culturales, sociales y económicos. En 2002, los cronistas oficiales de Valdepeñas de Jaén y Fondón (Almería), descubrieron que la relación entre ambos municipios se inició en 1572, cuando tras la expulsión de los moriscos de las Alpujarras por Felipe II, treinta familias valdepeñeras de las cuarenta y cuatro repobladoras solicitadas se trasladan e instalan en Fondón. Una vez que los ayuntamientos de ambos municipios fueron informados, se iniciaron los contactos oportunos que finalizaron con la firma de un protocolo de hermanamiento que contemplaba la realización de actividades relacionadas con los ámbitos; social, cultural, económico, deportivo y turístico. El pasado fin de semana hemos vuelto a vivir, en Valdepeñas de Jaén, una inolvidable jornada de confraternidad entre los dos centenares de vecinos de nuestra ciudad y de Fondón, con motivo de la celebración del “XX Aniversario del Hermanamiento” y del “450 Aniversario de la Repoblación de Fondón”. Los actos comenzaron con una recepción en el ayuntamiento, el izado de banderas de ambos municipios y las intervenciones de sus alcaldes y de sus cronistas oficiales. Los actos continuaron con una visita turística por la ciudad: iglesia parroquial, al molino museo y Chorreras. Uno de los actos más emotivos fue el vertido de agua de Fondón en el río Vadillo y la mezcla de tierra de ambos pueblos. Un concurrido almuerzo con actuaciones de colectivos culturales valdepeñeros, y en el que no faltó el típico “ponche de melocotón”, y la inauguración de una exposición del pintor fondonero, Pedro Campos, pusieron el broche final a este emotivo encuentro. Quedamos a la espera de devolver la visita a Fondón, en agosto, y disfrutar de una nueva jornada entre los pueblos hermanos que, a pesar de los cuatrocientos cincuenta años transcurridos, siguen conservando muchos apellidos comunes.