Hay chorizos, no pan

Hoy se cumplen diez años del 15M, un movimiento político cultural encabezado por jóvenes que estaban hartos de pagar con su futuro las facturas de la eterna crisis que el capitalismo desbocado provoca. Nacido como una sencilla manifestación transversal convocada a nivel nacional, a la que se unieron parados y descontentos de distintas generaciones, acabaron siendo acampadas de protesta en las principales plazas de casi todas las poblaciones de España. Hay quienes atribuyen a éste fenómeno asambleario de democracia participativa, el nacimiento del fin del bipartidismo y la ruptura del llamado régimen de 1978. Pero la verdad es que una década después la cosa no ha hecho más que empeorar. La democracia se ha vaporizado, la desigualdad se ha comido a la Constitución y ahora los que se indignan, son los que mejor viven. Como todo lo que pasa por esta piel de toro, lo que era un soplo de esperanza y libertad, se hizo humo al simple tacto con la tierra donde nace. Hoy es 15M, y en los próximos días están convocadas manifestaciones por el cierre de Abengoa, los despidos de la Banca, e Inditex, los Ere en Repsol, y por el abuso de las eléctricas.