¿Hasta cuándo?

24 jun 2016 / 18:00 H.

Es seguro de que la gran mayoría de los que van a votar a estas alturas ya tienen decidido a quién confiar su voto. Unos lo harán con buena fe, con la esperanza de que su partido elegido sea capaz de solucionar los problemas de España. Otros lo harán pensando en que sus favoritos puedan solucionar sus problemas particulares. Sea como fuere, la suerte está casi echada aunque hasta última hora seguirán preocupando las dudas de los indecisos. También los hay que guardarán sus ganas de ir a la urnas para la próxima ocasión, que podría ser muy pronto, a juzgar por las encuestas y por las declaraciones de los cuatro candidatos que no tienen claro eso de los pactos, a no ser que sean los que convienen a sus intereses. Y como todos tienen sus propios intereses no va a resultar fácil un acuerdo, y no sería la primera vez, que los que más han cacareado se traguen sus palabras y acaben bajándose los pantalones. No les importa sentarse en el sillón con las posaderas al aire.

Esta es la reflexión que me hacía ayer, cuando estaba en la peluquería de Toledano y mi buen amigo Gonzalo Morales me estaba cortando el pelo en profundidad, practicando ese pelado de verano que cada época estival me echo para andar algo más fresco.

Cuando se está en la peluquería y el peluquero habla poco y uno no coge una revista para matar el tiempo, hay tiempo para reflexionar. Y como yo soy así, mientras Gonzalo me tomaba el pelo, no pude dejar de pensar en los políticos. Claro que Gonzalo me dejó hecho un primor y los políticos te dejan a dos velas. Alguna diferencia hay a favor de mi peluquero de hace muchos años. Pero Gonzalo no es candidato en estas elecciones.

Como la mayoría de los españoles, yo también deseo que tras estos comicios pueda llegarse a un entendimiento y que por fin tengamos un gobierno. Los candidatos, en su campaña, han hecho pensar que ese acuerdo no va a ser posible a no ser que alguno de ellos haga lo contrario de lo que han ido pregonando. Yo no sé si eso sería bueno para España o no, pero seguir sin gobierno no lo es. Si a partir del lunes tenemos que pensar cuándo serán las próximas elecciones será una derrota para todos. Y sería aceptable si sirviera para que alguno de los candidatos, o los cuatro, pensaran que algo pasa cuando la ciudadanía no se decanta en mayoría suficiente por ninguno.