Hábitos

    18 mar 2023 / 09:51 H.
    Ver comentarios

    Cuando yo estaba en primero de carrera, mi profesor de Análisis Matemático mandó a un compañero mío a casa a cambiarse porque había venido, aunque pulcro, en ropa de deporte. Igualmente a un examen final anual no dejaron presentarse a otro por venir con bermudas. Pero el atuendo y la compostura son una convención en un tiempo y lugar. Hoy en día presidentes de gobierno comparecen ante la prensa o se dirigen a su nación en chándal, diputados van al Congreso en camiseta, políticos acuden a una recepción real con vaqueros, camisa remangada y sin corbata, etcétera, y claro, acorde con estos tiempos hay alumnos que vienen a clase a la Universidad en ropa de deporte, o se presentan a un examen en bañador y chanclas. Curioso que esos mismos estudiantes condescienden con no poder acceder así a determinados locales de ocio nocturno, ni siquiera con zapatillas, vaqueros rotos, sudaderas, o sin tacones, locales a los que tampoco podrían acceder profesores o diputados con su atuendo usual. Aquí y ahora hay que guardar más la compostura y el decoro en una discoteca que en la Universidad o el Congreso. Como decía Mandela: Las apariencias importan, recuerda sonreír.

    Articulistas