Gobierno ilegítimo

Cuando en el debate de investidura, allá por 2020, Vox lanzó desde tribuna parlamentaria aquel mantra de “gobierno ilegítimo” se abrió un melón cuyas nefastas consecuencias son extremas hoy. Y no solo porque los herederos del fascismo soltaran tan indecente acusación a un gobierno que, puntualicemos, salió de las urnas, de los votos soberanos del Pueblo, más bien porque aquel PP, con Casado al frente, hizo suyos los exabruptos de vox, quizá temiendo que los de Abascal les comiesen la tostada por la derecha. De aquellos barros, estos lodos. Da miedo pensar que hay una oposición en las derechas, a la que la “liberal” Arrimadas, hoy casi irrelevante, se suma cada vez que puede, que se permite llamar ilegitimo a quien gobierna por el simple hecho del mero desprecio. La historia de siempre, el Poder solo es legítimo y justo cuando las urnas les dan los votos para gobernar a ellos. Por esto, no es extraño escuchar estos días barbaridades de consideración casi cósmica similares a los discursos de tiranos y dictadores del siglo XX arengando a las masas con discursos incendiarios.