Globalidad dislocada

Esto del coronavirus nos viene superando ya. Es algo que visto objetivamente ya nos causa alarma porque constatamos que se extiende a velocidad extraordinaria y no sabemos por dónde nos va a llegar a cada uno. Cierto que los más expuestos son los mayores o quienes ya sufran patologías graves o crónicas. Pero corre que se las pela. Creo que se debería aprovechar esta circunstancia para emitir pedagogía. Sí, ciertos profesores de diversas materias (historia, economía, etcétera) deberían aprovechar para mostrar los efectos que se producen cuando la estabilidad se pierde, efectos a nivel mundial que repercuten en muchos lugares ralentizando el comercio, los intercambios culturales, la seguridad global y personal, especulación, cierres de espacios y fronteras, en suma la vuelta al mundo feudal del autoconsumo y la posible autarquía. Se acabó la quimera de la globalización para lo bueno y para lo malo. Hemos descubierto nuestra vulnerabilidad y a la vez la importancia que tenía esto de la deslocalización tanto de bienes como servicios. Todos dependíamos de todos.