Gestión municipal

    21 jul 2021 / 16:13 H.
    Ver comentarios

    Debo reconocer sinceramente, y sin doble lectura, que siempre me ha resultado encomiable que haya personas que quieran utilizar su tiempo, conocimientos y habilidades en participar en las tareas de gestión política de una corporación municipal, ya sea desde el ámbito de la oposición, ya sea, lo que me parece aún más elogiable, formando parte de un equipo de gobierno. No sé si, al tomar la decisión de entrar en unas listas electorales, ponderan la incidencia que, sobre sus vidas familiares y profesionales, les va a causar formar parte de una determinada formación política en un escenario local. Lo que sí sé, y constato, es la constante exposición a todo tipo de juicios de valor, prejuicios, murmuraciones o disquisiciones a los que se enfrentan cuando realizan manifestaciones en su tarea política, o cuando se valora, muchas veces sin ningún tipo de filtro o rigor, sus comportamientos, decisiones o declaraciones. Estar exponiéndose a los diferentes puntos de vista y subjetividades de una población que les observa continuamente, es una labor que merece, al menos el mío, un sincero reconocimiento. La gestión política de un ayuntamiento requiere trabajar a una cuarta del ciudadano y, por ese motivo, supone mayor grado de exposición y de constante disposición. Levantarse y acostarse con los problemas de los ciudadanos y con la ansiedad por buscar la mejor solución posible con los recursos disponibles, siempre escasos, es una tarea permanente que impide relajarse o tomar distancias. Un alcalde o un concejal se deben a la gestión de lo más cercano y perentorio que le demandan sus vecinos. Su ideología política le servirá para marcar la tendencia, pero en la resolución de problemas específicos, acuciantes y graves de la ciudadanía, lo único que vale es su compromiso de servicio. Y es en ese escenario, tan estrecho y tan necesario, donde un buen político tiene que debatirse. Por todo lo anterior, jamás comprenderé que a la política local se llegue con el objetivo del autoservicio o por necesidad para contar con un buen “cursus honorum”.

    Articulistas