Gazpacho y salud

    31 jul 2019 / 11:15 H.

    Durante los últimos días, una interesante noticia relacionada con la gastronomía tradicional ha sido protagonista en la prensa y las redes sociales. El gazpacho, quizá el plato más popular de Andalucía, además de sus reconocidos beneficios como antioxidante, hidratante, rico en fibra y vitaminas, puede interrumpir el crecimiento de las células del cáncer de colon, según una investigación de las Universidades de Almería y Granada. Los investigadores han podido comprobar en un estudio de laboratorio la sorprendente actividad antitumoral que presenta la mezcla de todos sus ingredientes: Tomate, pepino, pimiento, ajo, aceite de oliva virgen extra, agua y vinagre. La investigación, publicada en la prestigiosa revista “Food Research Internacional”, destaca que el gazpacho andaluz, como alimento entero, tiene mayor efecto antitumoral que sus ingredientes por separado. El profesor de la Universidad de Almería, Pablo Campra, afirma que la sinergia entre las diferentes hortalizas es capaz de provocar la autodestrucción de las células cancerígenas y también de prevenir la aparición del cáncer de colon. Así que estamos de enhorabuena por los resultados de esta investigación, al igual que lo estarán los miembros de la Academia del Gazpacho Andaluz, con sede en Sevilla y presidida por la gastrónoma, Charo Barrios, y cuyo objetivo principal es “fomentar el conocimiento, la valoración y el consumo” de esta preciada sopa fría. La Academia está representada en Jaén por Pedro Salcedo (Restaurante “Juanito”), Juan Pablo Gámez (Restaurante “Los Sentidos”), Sole Román (Centro de Interpretación del Olivar), Serafín Parra (Molino Museo de Valdepeñas), Dulce Aceituno (Vocal de Fecoan), Jesús López (Universidad de Jaén), Carmina Martínez (bloguera gastronómica), Antonio Oya (Aceites de Jaén) y Juan Infante (El Dornillo). Por cierto, que una de las recetas más antigua del gazpacho andaluz es jiennense. En 1990 Juan Moreno Castelló, en su libro “El Campo y la caza,” nos explicaba cómo se elaboraba; curiosamente, la receta tiene los mismos ingredientes de la investigación a la que también se le añadía sal y unas migas de pan.