Ganadores

23 may 2017 / 11:31 H.

El pasado domingo, las televisiones tuvieron una importante subida de audiencia. Se dirimían dos hitos importantes para la historia de este país: quién sería el campeón de Liga y quién, el nuevo secretario general del PSOE. Francamente, yo no me ocupé de saber nada del segundo hasta que no se decidió el primero que, como se sabe, fue a favor del Real Madrid.

Me gusta más ver un partido de fútbol en el que tanto se jugaba que escuchar a los colegas especialistas en política. En definitiva, yo que no soy muy forofo del Real Madrid ni pertenezco a ninguna formación política, no tenía intereses particulares puestos en ninguno de los resultados. Pero hay que vivir la actualidad. Por eso, pienso que un ciudadano no debe estar ajeno a lo que sucede en su propio país. Estos dos triunfos han hecho felices a los seguidores del equipo madrileño y a los de Pedro Sánchez. Y cada quien tiene derecho a intentar ser feliz con aquello que estime conveniente. Lástima que los que elegimos al Real Jaén tengamos tan pocos motivos para ser felices. Esperemos que los tiempos cambien. La realidad es que para el Real Madrid hubo humo blanco y para Sánchez también, aunque a lo mejor con el tiempo ese humo toma un matiz morado. Pero los dos han sido ganadores y hay que felicitarlos. Después de todo, el fútbol no deja de ser un deporte, pero la política es algo más y nos afecta a todos los españoles, que ojalá con este resultado tengamos también motivos para felicitarnos a nosotros mismos. De momento, la fiesta es sólo para los socialistas, sobre todo, para los que han ganado, aunque la misión del nuevo secretario general del PSOE es trabajar para que todos los ciudadanos, socialistas o no, puedan mejorar.

Eso lo dirá el tiempo. Hasta ahora, como suele suceder en política, sólo tenemos palabras y promesas. Pedro Sánchez ha sido elegido legítimamente y hay que desearle una buena gestión, que no le va a ser fácil. Primero porque debe conseguir unificar su partido, que no anda muy bien avenido, y, después, si lo consigue, que el PSOE vuelva a ser un partido serio, con fuerza y ganas de servir a España. Si es verdad eso que dicen que de los fracasos se aprende, Pedro Sánchez debería ser ya un hombre sabio, porque fracasos ha tenido unos cuantos. Podría empezar por pensar que en el mundo hay más personas además de él.