Fume, por favor

05 may 2016 / 17:00 H.

Suele ser recurrente, cuando explico el aparato respiratorio en mis clases, que se termine hablando de los efectos del tabaco. La cara de sorpresa de mis alumnos no tarda en aparecer al empezar a enumerarlos. Es uno de los principales carcinógenos que se conocen, interviene en el sistema nervioso central, el centro respiratorio, vasomotor y del vómito, aumenta la frecuencia de los latidos del corazón, incrementa la presión arterial y produce una vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Al hacer trabajar más al corazón, acentúa sus necesidades de oxígeno, lo que puede tener repercusiones importantes para el sistema cardiovascular. Desde luego, la idea del tabaco cuando atrapa una víctima es quedarse con ella, para ello despliega toda una serie de mecanismo al menor intento de abandono, dolor de cabeza, náuseas, diarrea, estreñimiento, frecuencia cardíaca disminuida, presión arterial baja, fatiga, insomnio, irritabilidad, ansiedad, inhabilidad de concentración y depresión. Todo esto provoca más ganas de fumar, y dificulta la voluntad para dejarlo. La pregunta suele ser consustancial a toda esta cascada de desastres. ¿Por qué las administraciones no prohíben semejante veneno? Las primeras causas a las que se suele referir apuntan a los impuestos y la verdad es que hay motivos, el gravamen sobre los cigarrillos representa casi un 80 por ciento del precio. Pero no es el único, resulta que es recurrente el argumento de que los fumadores necesitan más atención sanitaria que el resto de la población. Parece que no es del todo correcto, entre otras cosas porque se mueren antes y algunas de las enfermedades más costosas para el sistema sanitario y que están relacionadas con la edad no les suelen afectar como el alzhéimer o la demencia senil. Además, la edad media de muerte de un fumador se sitúa en los 65 años, justo antes de empezar a cobrar la jubilación. En términos económicos es un auténtico chollo. Así que si quiere contribuir a equilibrar el déficit del Estado, no lo dude, fume por favor.