Fuerzas opuestas

    26 sep 2022 / 16:13 H.
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    Vivimos entre fuerzas absolutamente opuestas y oscuros vestigios devenidos desde los tiempos de Ártemis y Hékate. La prensa ha dado noticia de un descubrimiento científico realizado en la Universidad de Oviedo: una medusa de reducidísimo tamaño cuenta con propiedades regeneradoras superiores a la de casos semejantes, cuya importancia permite vislumbrar un horizonte esperanzador acerca de la prolongación de la vida de los seres humanos. La “ciencia” política es menos ejemplar. Instalada en los flecos del neocapitalismo de conciencia rampante, Din Patri (Vicegobernador de Texas) dice que los abuelos estarían dispuestos a morir por coronavirus para no paralizar la economía de Norteamérica. Para Cristine Lagarde, “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global”. En cuanto a Oriente se refiere no se andan con ambages. Según El País, en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Social, Taro Aso arremetió contra las técnicas de reanimación y los tratamientos para prolongar la vida: “los ancianos deben darse prisa en morir para dejar de ser una carga para el Estado”. Al cabo, tres execrables modos de contemplar coartadas para justificar otra manera de gerontocidio.

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