Francia y España

    04 abr 2023 / 09:29 H.
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    Francia “arde” (literalmente) ante la reforma del sistema público de pensiones que está llevando a cabo el gobierno francés, con el presidente de la República Emmanuel Macron al frente. Tras constatar que el proyecto de reforma no contaba con el apoyo parlamentario suficiente en la Asamblea Nacional, el ejecutivo galo recurrió al artículo 49.3 de su Constitución, que le permite aprobar el nuevo sistema sin necesidad de pasar por el Parlamento. Las movilizaciones, las huelgas, las manifestaciones y los actos vandálicos se han intensificado hasta extremos impensables en otros sitios, pero que son habituales en el país vecino. Incluso, se han llegado a tramitar dos mociones de censura al gobierno, aunque no han prosperado. ¿Cuál es el tenor de la modificación legislativa que tanto enerva a la Francia Insumisa (el Podemos francés) y a los “chalecos amarillos”? Se viene diciendo que el aspecto más controvertido es el retraso de la edad de jubilación desde los actuales 62 años hasta los 64. Esta es una verdad incontestable, pero no completa, ya que lo que no se está diciendo es que para conseguir el 100 por 100 de la pensión, un ciudadano francés ha de cotizar durante 43 años. Si no se cuenta con ese periodo de actividad laboral, habrá de retrasar la jubilación hasta los 65 o 67 años si quiere tener la pensión máxima que le corresponda según su edad e historial de cotizaciones al sistema público.

    ¿Cuál es la edad legal de jubilación en España? En la reforma de 2011 se retrasó hasta los 67 años, aunque su entrada en vigor se viene haciendo de manera gradual, de forma que será en 2027 cuando esté plenamente en vigor. Ahora bien, seguirán pudiendo acceder a la jubilación a los 65 los españoles que hayan cotizado 38,5 años. Asimismo, para poder tener derecho al 100 por 100 de la pensión se requiere un periodo de cotización de 37 años. Simplifiquémoslo para que sea menos confuso. Durante 2023 se podrán jubilar a los 65 quienes tengan cotizados un mínimo de 37 años y 9 meses. Para los que tengan un volumen inferior de cotizaciones, la edad a la que se pueden jubilar es a los 66 años y 4 meses. Eso sí, para tener derecho al 100 por 100 de la pensión se habrán de acreditar 37 años de vida laboral.

    Comparando ambas realidades, resulta que en Francia se puede acceder a la jubilación antes que en España, aunque se requieren periodos de cotización mayores que en nuestro país. Sinceramente, no le veo ningún sentido a las revueltas que se están produciendo en territorio francés por una reforma que sigue el camino por el que transcurren todos los sistemas públicos de la Unión Europea para hacerlos sostenibles. En efecto, la edad legal de jubilación en Europa difiere según los países. Así, en 2023, es de 67 años en Dinamarca, Grecia, Italia u Holanda; de 66 en Alemania, Irlanda, Portugal o España; de 65 en Bélgica, Finlandia, Hungría y Luxemburgo; de 64 en Chequia, Estonia, Letonia y Lituania; de 63 en Croacia, Malta y Eslovaquia; y de 62 años en Francia y Rumanía. La elocuencia de los datos nos lleva a pensar que las movilizaciones en Francia carecen de justificación por el exclusivo motivo de la edad de jubilación, debiendo responder a motivaciones políticas que no caben aquí.

    En España también estamos en un proceso de reforma, aunque en un clima mucho menos crispado, ya que la misma cuenta con el consenso de los agentes sociales (no de la patronal) y de la Unión Europea, habiéndose admitido a trámite en el Congreso de los Diputados. El proyecto del gobierno pretende subir las cotizaciones de las rentas más altas por encima del tope actualmente vigente, así como ampliar el número de años a tener en cuenta el cálculo de la pensión inicial, que será finalmente de 29, aunque con la posibilidad de excluir los dos peores. En ambos casos la entrada en vigor se realizará de forma gradual, ya que la subida de las cotizaciones a las rentas altas se culminará en 2045 y el cómputo de los 29 años no estará vigente en su totalidad hasta 2038. Sí, este es el camino para conseguir pensiones sostenibles y la patronal debería negociar y no quedarse fuera del consenso.

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