Franceses, un ejemplo

Apunto de finalizar los Juegos Olímpicos de París, me planteo la posibilidad de que, tal y como sucediera en el 92, las Olimpiadas se desarrollaran nuevamente en Barcelona. Muy diferente sería el escenario, así como la actitud de muchos catalanes y no catalanes que en su día unieron sus fuerzas para dar al exterior la mejor imagen posible, tal y como han hecho los franchutes. Viendo la ceremonia de inauguración de París en la que se escuchó sin ningún tipo de silbidos la Marsellesa, y ondeó la bandera francesa en todo momento, imagino que hoy aquí, sería bien distinto. Dudo que se escuchara el himno español sin abucheos e imagino que varias banderas presidirían la ceremonia junto a la de España ; la catalana, la de Tarrasa, la de Girona, la de Badalona y la de Lleida, entre otras, por los lugares de origen de los que se sentaran en el palco. Ya Hitler, en las Olimpiadas de Berlín, utilizó el evento para su propia propaganda. Años después, me temo que aquí este espectáculo deportivo fuera utilizado por los políticos. Desde aquí, aprovecho para que Jaén presente su candidatura a las Olimpiadas de 2032. Seguro que haríamos todo lo posible por hacer algo bonito y digno, sin mezclar la política con el deporte.