Fiesta y frío

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Santa Catalina de Alejandría siempre nos trae el frío. Algo muy natural, dado en las fechas que se celebra su onomástica. La patrona de las tierras olivareras del Santo Reino parece que se complaciera con traernos el “fresquito” de las altas sierras jiennenses. (¡Tanto se lo hemos pedido en el insufrible verano, que la Santa muy complaciente nos lo concede...!). Claro, pero con un poco de retraso, en fechas confundidas... Bueno, bien venido sea. Somos de buen conformar y tan a gusto que nos hallamos entre fogatas, repelús, estornudos, etc. Tampoco nos viene mal un día de asueto en las alturas del castillo entre amigos. Fiestas sencillas y tradicionales del pueblo llano. Reuniones y charlas amigables en convivencia. Fuegos, sardinas, humos y juerguecilla sana. Mas tradicional imposible. La vida se complace en hacernos llegar momentos así. No podríamos entender la vida donde solo fuese trabajo, y más trabajo. La cal y la arena casan bien. El estrés que padecemos todos los tendremos que mezclar con otras faenas, que por sencillas que sean nos hagan sentirnos humanos. No estamos calculados, ni programados tampoco, no tenemos brújulas ni tornillos. Tenemos arterias, huesos, órganos y por las venas nos corre un líquido rojo y tibio que su nombre es sangre. Somos humanos.



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