Familia

    16 oct 2020 / 18:39 H.
    Ver comentarios

    La idea de la familia concebida por los políticos desde tiempos atrás ha quedado obsoleta en esta sociedad que sufre el azote de la pandemia de la covid-19. El “covidismo” del virus ha destapado muchas creencias del “porque sí”, evidenciando que el soporte y la empatía hacia la mujer en esta sociedad como pilar de la familia es muy interesado. Esta situación ha creado dudas descorazonadoras sobre la continuidad de la obligación de postergar la raza humana. Ha puesto en entredicho la labor de varias generaciones de mujeres que nos han precedido con su mártir vida, soportando gritos y violencia como convicción de que “estar en casa y cuidar de los hijos” era un acto de amor y así debía ser. Una vez más, en esta segunda década del siglo XXI, la mujer, mientras creía avanzar en derechos asiéndose ligeramente por la pared precaria por la que estaba escalando con la misión de coronar la cima de la igualdad, se ha desmoronado. El nihilismo avanza inmerecidamente, y eclosionan sin cesar los porqués engendrados en la rebeldía del no compromiso, negando derechos a seres tan perfectos como el resto de la Creación, las mujeres. Pero todo tiene un precio que se cobra sin avisar, incluidas las palabras.

    Articulistas