Europa: federación o confederación
Las decisiones geoestratégicas unilaterales adoptadas por Estados Unidos en relación con la OTAN, Ucrania, Rusia y la UE, especialmente con el segundo mandato de Trump, sugieren la necesidad de que Europa replique su modelo de unión federal para alcanzar objetivos comunes de defensa. Hace décadas, EE. UU. tomó una decisión similar para liberarse de la hegemonía europea, y los resultados han demostrado su efectividad. Actualmente, Europa opera como una confederación de países. Sin embargo, el sistema de financiación confederal de la UE, basado en contribuciones proporcionales a la riqueza de cada Estado, genera asimetrías e ineficiencias. Al igual que ocurrió en Norteamérica, la única forma de superar estos obstáculos sería permitir que un Gobierno Federal europeo recaude sus propios ingresos con criterios unificados. Esto permitiría financiar proyectos comunes de manera más eficiente, especialmente en materia de defensa. La mejor forma de garantizar una colaboración es avanzar hacia un modelo federal, en el que los países cedan parte de su soberanía en favor de una unión más cohesionada. Este enfoque no solo fortalecería a Europa, sino que le otorgaría mayor estabilidad, poder e influencia en el escenario global.