Eugenio Dor’s rememorado

No recuerdo en qué periódico de la prensa Nacional del movimiento, a finales de la década de los cincuenta me cautivo la crítica de arte de Eugenio Dor’s “Tres horas en el Museo del Prado”, “Arte y vida de Goya”. Ello me condujo al Novecentismo, del que fue impulsor el escritor catalán, junto a las indagaciones de Ortega y Gasset y la maravillosa prosa de Gabriel Miró y de Años y leguas y “las cerezas del Cementerio”, hasta que las lecturas del “Nuevo Glosario” y “Novísimo Glosario”, varios años después me llevaron a una absoluta decepción, no solo por la militancia falangista de Eugenio Dor’s y su cooperación con el régimen de la dictadura, sino sobre todo por sus opiniones sobre los fascismos, su encubierta visión teocrática de la política, sus análisis sobre la denominación de las Españas, aplicada a los países hispanoparlantes por la que él pretendía superar la crisis del 98, con pérdida de todas las colonias de un extinto imperio. Desde luego, lo que al menos, yo he aprendido es que la cultura y la condición de intelectual no es patrimonio exclusivo de los integrantes de algún partido o tendencia política. Solo así puede entenderse la visión absolutamente lucida del escritor y filósofo citado, sobre expresiones artísticas, obra de Picasso, muy anterior a públicos reconocimientos y expertos de lo que Dor’s denomino la ciencia de la cultura, y su acertada visión de la “Escuela Española de Pintura” y, en general la transmisión del arte pictórico, como se revela en artículos como “Precauciones para ver el entierro del Conde de Orgaz”, “El greco y Pascal”, “El valle de Aran” y un largo etcétera. ¿Cómo se explica tal lucidez en el juicio de los fenómenos artísticos y tanta desmesura tradicional en el escenario político, social e incluso religioso de España? La mención del filósofo y escritor catalán, cuando se cumplen en los próximos días cien años de la publicación el tomo I del nuevo glosario, no es casual: los problemas que, hoy día, debe afrontar nuestro país, se asemejan demasiado a las dos Españas de Eugenio Dor’s, próximos ya a la siguiente generación, los cuales verán como media España a la otra media España les hiela el corazón.