España sin política

No sé muy bien cómo entender lo que está pasando en la política de nuestro país. No entiendo nada, o cada vez quiero entender menos. El caso es que uno tiene que ser rescatado por un ex presidente, el otro guarda secretos, el de allí no dice nada porque ahora quiere ir solo, el de allá no pacta porque España son ellos y punto, los hay quienes ponen sobre la mesa la absurdez más absoluta para joder al que tiene enfrente, sin pensar que mañana podría aliarse con él. La derecha es un circo y la supuesta izquierda una pantomima. Aquí ya todo vale mientras no se toque ningún privilegio de los que disfrutan quienes ostentan un sillón de los gordos. Vivimos en una España hecha pedazos por la testarudez y la cero política de cualquiera que nos gobierne, sin distinción de color ni de inclinación. Y lo peor es que están ahí porque los votamos quienes nos echamos las manos a la cabeza por cualquier estupidez que digan o hagan. Es triste, muy triste. Tengo la sensación de que el gran Julio Anguita se llevó con él la vergüenza y la dignidad de la esfera política. Y mientras haya fútbol y cerveza, ¿qué más nos da lo que pase? Arreglamos el mundo en la sobremesa y votamos como borregos. España tiene lo que se merece, unos políticos y unas políticas de pandereta que gobiernan con el único fin de llevar la contraria a la oposición. No es que no lo veamos, es que nos da igual.