España no se vende

Momentos muy delicados los que se están viviendo en España. La primera regla del buen estadista es trasladarle al pueblo orden, convivencia justa y verdadera. La Democracia se fundamenta en que el pueblo hable. Que vote, que opine sobre los capítulos importantes que surjan en el país. Que se diriman sus voces en consenso y que las leyes tomen la última palabra por sí misma. El pueblo quiere ser escuchado. Máxime en algo tan serio como puede ser una amnistía sobre terroristas y prófugos, más aún (trayendo la cola que el tema en sí trae). Momentos peliagudos los que se viven hoy en el país por distintos motivos. También a nuestra querida España la quieren romper... “No toquéis la rosa, dejadla tal cual es” (poeta Juan Ramón J.). Dejad a España tal cual es. Sánchez se está comportando como un perfecto reyezuelo, sus ansias de poder le ciegan los sentidos. Auténticos socialistas se lo reprochan. Felipe González o Guerra. En su propio partido se suma la extrañeza y al descontento general. Sánchez ha adoptado el papel absoluto, firme y reconfortado en él. A los españoles nos duele nuestro país. España se conduele ante tanto despropósito como el pueblo padece. España no se rompe, levantaremos la voz o el grito hasta donde haga falta, hasta extremos insospechados, pero España no se rompe.