Esencialidad plena

Digan lo que digan, nuestras escuelas no son espacios libres de la Covid. Los maestros estamos trabajando con la máxima presencialidad en nuestros Colegios, ofreciendo un servicio esencial a la sociedad y diariamente expuestos, implementando nuestra labor en diferentes aulas e inter relacionándonos con cientos de alumnos diferentes (muchos de ellos sin mascarillas, debido a su no obligatoriedad en la etapa de Infantil) Nos dicen que somos profesionales esenciales solo para que no termine de implosionar la economía y, así, las familias puedan “aparcar” por un rato sus hijos en las aulas y continuar con su jornada laboral; sin apenas valorar el estado emocional de nuestros estudiantes que, según un análisis de la Universidad de Valladolid, la mitad del alumnado muestra ansiedad o síntomas de disfunción social, y un 44,7% indica que está deprimido. Para paliar este desgarro emocional entre nuestros jóvenes y poder asegurar, de verdad, una presencialidad certera al 100% en los colegios se necesita, con urgencia, un plan de vacunación que priorice a los docentes como personal de riesgo en labor esencial con una exposición plena y diaria. Ese debiera ser el acertado camino, si realmente se tomara en serio la labor de los maestros.