Ese fragmento

Fragmentos de una entrevista al exministro Máximo Huerta se han vuelto virales en las redes sociales. Al explorar los numerosos comentarios asociados, podemos ver la polarización extrema que divide a la sociedad. No importa qué parte de la entrevista se comparta, ya sea la que habla del ego superlativo del presidente Sánchez o la que describe los ataques furiosos que recibió de medios no afines al sanchismo, los comentarios no son opiniones, sino ataques, y el debate está lleno de insultos y desprecios entre perfiles. Pero hay un fragmento que realmente debería ser el más compartido y el más comentado, y es aquel en el que habla de su radical cambio de vida, volviendo a su pueblo de la infancia para cuidar a su madre, enferma de cáncer. Es sincero, bonito y ejemplar, y merecería ser visto por personas de todas las edades, independientemente de su color político, ¿y por qué no sucede?, pues porque para unos prima el que sea el exministro “Maxim el breve”, y para los otros el papel de “vengativo desagradecido”. El ejemplo dado de cuidado y cariño hacia los padres debería estar por encima del resto de tema políticos, y o nos damos cuenta pronto o esta sociedad seguirá perdiendo valores a la velocidad que él perdió su cartera.