Ese azul que te pinta
Hoy he vuelto a soñar con el dulce arrullo de tus mojadas manos, ese suave vaivén que columpia mi barca. Esa voz que no duerme, ese azul que te pinta con pinceladas cortas, y tú que nada dices y dejas que coloree tus aguas tan temprano. Antes que el sol sobre tu piel se pose, con las primeras luces, tan temprano.
Déjame que te escriba este poema alado, al latir de tu acento, a tu sabor salado, a la fresca armonía de tu canción sonora. Hoy he vuelto a soñar con el amanecer, cuando mis pies mojados pisando están la orilla donde llegas, y batiendo las aguas, eres espuma y verso, eres canto de brisa y sueño donde el azul dibuja tu mirada. A mí me gusta verte cuando eres como un lago, ese latir despacio, lento y acompasado, y dejas que en ti flote y sueñe y pueda columpiarme en las olas, mientras escribo versos, que hilvanan sus estrofas de agua y sal, poemas en el jardín azul que te ha pintado.
Hoy sueño con volver a hollar tu espacio, a sentir tu perfume donde sólo el verano abre las puertas para apreciar ese frescor de tus serenas aguas declamando. Hoy vuelvo a ti, vuelvo a tu azul soñado, vuelvo a la sabiduría de esas auroras tuyas que me dejan notar ese turquesa intenso de tus manos.
Déjame que hoy pueda declamar este poema cuando llegue a tu lado, y mi canto te lleve con sus notas cercanas a ese azul que la noche te ha velado, y su temblor de plata sobre tu superficie conquiste con su sombra, ese color que tienes cuando el alba a tus pies vuelve pintando, con sus manos de luz, ese tono que cambia desvelando.
Hoy vengo a ti, esta noche soñando con descubrir mañana ese color tan tuyo y volver a sentir tu cantar, tu fresca sensación de aguas y espuma, de tu mágico acento, del batir de tu brisa, de tu sabor salado. Déjame escribirte estos versos que vuelan a tu lado, desde el jardín de verdes olivares desde otro mar distinto, desde la fuente clara de este canto, de otros amaneceres donde no estás. Cuando se va la noche y la luz se despierta también va ese azul tuyo despertando y se cubren de versos las olas a su paso. A ese azul que te pinta, a ese color que la luz va cambiando. A ese azul que te pinta cada día y en tu piel va quedando.