Esa Europa capaz de humillar
No crucéis la frontera. Ese es el mensaje y cala. Ese cántico lo entonaban ebrios de emociones los aficionados del PSV que dedicaron una soleada mañana madrileña a humillar a las mendigas que frecuentan la Plaza Mayor. Allí, al “calor” de los turistas de las caras terrazas de la zona, encontraron sus monedas diarias, pero con un edificante espectáculo. A nuestra elitista Europa le sobran refugiados, mendigos y, de persistir nuestra floreciente ruina, también sobrarán parados y otros elementos pocos productivos o que, directamente, estropeen nuestro póster azul y con estrellas. Ese mensaje se cantaba en Madrid, pero es el mismo susurro de los aficionados checos que decidieron orinar sobre una mendiga en Roma en el puente de Sant’Angelo. Lo bueno es contagioso. Ese mensaje, con eufemismos de diferente clase y acento, es el que aprobaron de manera “informal” los jefes de Estado y primeros ministros el pasado 7 de marzo en Bruselas y fue aceptado por los 28 estados miembros: No crucéis la frontera. En la enmoquetada Bruselas se mercadea con Turquía para que en el trastero de Europa, y a un módico precio, se instalen barracones para los refugiados. Cuanto más lejos, mejor. Este es el mensaje de la otrora Europa de los valores y luego cada uno lo interpreta a su manera: quemando un billete en la cara de la pobreza o tirando chuscos de pan al suelo. Marca Europa.
mariano rajoy. ¿En
qué anda, presidente?
Está el Gobierno en funciones más perdido que un nazareno en Alaska, distraído por sus cuitas internas no coge el paso ni con tambor. En un par de días es capaz de cambiar de criterio y flagelarse en público, pero sin cilicio. Así rubrica ese acuerdo contra refugiados y asilados y al volver a casa se escandaliza de la propuesta. El récord, no obstante, para llevarse la contraria lo marcó el Partido Popular a vueltas con el asunto Rita Barberá. A la perlada baronesa le afloran manchas en su gestión, el dichoso rastro del dinero negro. A Rajoy las explicaciones de la senadora ocasional le dejaban, literalmente, “tranquilo” y, sin embargo, a otros dirigentes les dieron el día. Javier Maroto, por ejemplo, cansado de dar la cara, dio un paso al frente para decir lo contrario y quedarse al menos tranquilo: “No me han gustado nada”. “Son insuficientes”. Pasan los meses y la demandada purga que requiere el partido se deja sin hacer para malestar de unos nuevos dirigentes a los que apesta la corrupción y enoja la pasividad. La línea oficial se rompe así y cada vez es más habitual encontrar un Pablo Casado dispuesto a poner voz al descontento de unos afiliados y simpatizantes que no se sienten identificados. Las grietas en el discurso que aparecen estos días sirven, por ejemplo, para que ese mismo día de intercambio de pareceres el partido acabe por expedientar a la que fuera una de las musas de la derecha española. El modelo valenciano entusiasmaba al partido y quería exportarse su éxito para otras comunidades. El ejemplo estaba viciado de inicio.
real jaén. El alcalde,
a calentar en la banda
Ni el oasis financiero vía Egipto ni, de momento, la concesión administrativa de La Victoria. La realidad financiera del club arroja un negativo de 1.877.000 euros, al descontar el activo del campo, y eso pone al club en causa de disolución legal. Ese es el dibujo de los balances financieros y por más que se haya reducido la deuda, como aduce el dimisionario Rafael Teruel, el horizonte inmediato es oscuro. La dimisión exigida con vehemencia por el alcalde de la ciudad y su equipo de gobierno lo sitúan ahora en el centro del escenario. Los focos le apuntan y ahora tendrá que explicar el plan de futuro de la entidad y las maniobras previas realizadas. Solo con esa carta en la manga se entiende que pidiera el cambio, mientras él calentaba en la banda.