En octubre llega la costumbre

Ya los silbidos del verano se fueron y ya estrenamos un curso con material escolar: cuadernos, bolígrafos, así que también caben nuevas historias, costumbres y hasta palabras. Es época de calcetines y maletines. El ruido del aire ya no nos condiciona. Destapamos quejas. Y tartamudeamos recuerdos del sol. Cruzamos la calle y nos topamos con el frío. Esperamos en los semáforos la compra de castañas. Alzamos las cejas antes de que el gorro de lana no las esconda. El reloj de cuerda gana al tiempo que cambiamos en una madrugada. Soñamos con nombres de lugares que se visitarán o no en un futuro imaginado. Octubre es un mes de reencuentros, coincidencias y de espiar a futuros pecados. Vuelven las academias para aprender a relativizar, las actividades extra escolares para saber pisar charcos, las clases particulares para sumar alegrías y restar preocupaciones. Escribo en un cuaderno nuevo, pequeños objetivos, una receta difícil al mes, entregar a tiempo los libros de la biblioteca, escribir trescientos rasgos de mi personalidad para conocerme, mirar a los ojos ajenos al decir buenos días, contabilizar abrazos... Es octubre y estrenamos costumbre.